Bitcoin acaba de celebrar su décimo aniversario, pero el creador de la primera criptomoneda aún permanece anónimo. Ha habido varios intentos por identificar al hombre, mujer o grupo detrás del seudónimo de Satoshi Nakamoto, pero ninguno de ellos ha sido exitoso.

No pretendemos especular aquí sobre la identidad de Satoshi, sino solo exponer los hechos que conocemos. Para Satoshi, fue más una fortaleza que una debilidad haber desaparecido tras detonar el movimiento Bitcoin, pero hablaremos más de eso después.

La historia de Bitcoin inicia el 31 de octubre de 2008, con la publicación del libro blanco de Satoshi Nakamoto “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System” en la lista de correos de criptografía. Al publicarlo, Satoshi mencionó que había trabajado el código a lo largo de casi dos años, y que había considerado necesario reservárselo hasta terminar de escribirlo y convencerse de que el software podría funcionar.

Diez días después, el 9 de noviembre de 2008, publicó el código fuente de Bitcoin en Sourceforge con la intención de que otros lo revisaran y se convencieran también de que resultaba operable.

El 3 de enero de 2019, Satoshi minó el bloque génesis (genesis block), creando los primeros 50 bitcoins. Para darle un sello de tiempo al bloque génesis y comprobar que no había habido minados previos, incluyó el título de el periódico londinense The Times de ese día en el campo de información del bloque.

El periódico The Times el 03 de Enero de 2019 con encabezado "Chancellor on brink of second bailout for banks."

chancellor

Decidir incluir este encabezado sugiere que una de las motivaciones principales de Satoshi para construir Bitcoin fue la creación de una alternativa al sistema bancario de reserva fraccionaria que desestabiliza demostrablemente la economía y privaba de sus derechos al público.

El 9 de enero del mismo año, se publicó en Sourceforge la versión 0.1 de Bitcoin.

A través de la lista de correos de criptografía y la fundación P2P, un gran número de cypherpunks se unieron a la discusión sobre Bitcoin. Algunos de ellos, como Adam Back, Wei Dai y Nick Szabo habían estado trabajando en sistemas electrónicos de dinero por cuenta propia, y en aquel momento eran de las pocas personas capaces de hablar del tema competentemente.

Otro de los cypherpunks, Hal Finney, condujo la primera transacción de bitcoins el 12 de del mismo año, la cual se grabó en el bloque 170 de la blockchain de Bitcoin (al momento de escribirse este artículo, la altura de bloque actual es de 557,200). En la transaccoón, Finney recibió 10 BTC de Satoshi Nakamoto.

Tomó varios meses, hasta el 5 de octubre de 2008, para que se estableciera el primer tipo de cambio entre el Bitcoin y el dólar americano. New Liberty Standard publicó ese día un tipo de cambio que igualaba el valor de 1 USD con el de 1309.03 BTC. ¿¡Dónde quedó la máquina del tiempo?! En ese momento, el tipo de cambio no se basó en ningún mercado real sino en el costo eléctrico de minar un bitcoin.

Pasó otro medio año hasta que se registró la primera transacción por intercambio de bienes o servicios. Laszlo Hanyecz ofreció pagar 10,000 BTC por dos pizzas en el Foro de Bitcoin en mayo 22 de 2010; después de varios días, alguien más aceptó la oferta e hizo el pedido.

Fue alrededor de este momento cuando Satoshi decidió salir del proyecto. Entregó la responsabilidad del repositorio del código fuente a Gavin Andresen y se retiró sin mayor aviso.

Para visualizar mejor el orden de eventos y todo lo sucedido, se encuentra disponible una línea de tiempo (liga en inglés) bastante comprensiva que detalla todos los hechos hasta inicios de 2014.

La ausencia como una fortaleza

Una de las grandes fortalezas del proyecto de Bitcoin es su ausencia de líder o fundador designado. Este hecho hace de Bitcoin un sistema verdaderamente descentralizado y casi imposible de replicar. La ausencia de un líder elimina también un posible eslabón débil y hace muy difícil que cualquier actor externo, incluso uno de nivel estatal, influya en el proyecto.

Otro beneficio de la anonimato de Satoshi es que Bitcoin se ve evaluado por el valor del código y las matemáticas que lo fundamentan y no por el carácter de su fundador. Si se busca con la meticulosidad suficiente, se le pueden encontrar trapos sucios a casi cualquiera. Puede ser que Satoshi sea una persona maravillosa o puede ser todo un villano, termina por no importar.

Tomemos de ejemplo a Pitágoras, quizás uno de los matemáticos más conocidos de todos los tiempos. No interesa si fue bueno o malo como individuo, los conceptos matemáticos que introdujo son válidos de cualquier manera. No los juzgamos con base en el inventor, sino de acuerdo a su funcionalidad. Es posible que Satoshi haya estado consciente de esto y que haya sido esa la razón por la que dejó el proyecto; para que la gente pudiera verlo de la manera más objetiva posible.

En caso de que esté aún por ahí y se encuentre este artículo, queremos extenderle nuestro mayor agradecimiento a Satoshi Nakamoto.